lunes, 10 de octubre de 2011

¨ NO BASTA¨- FRANCO DE VITA

¨ (…) No basta, que de afecto tú le has dado bien poco, todo por culpa del maldito trabajo y del tiempo. No basta, porque cuando quiso hablar de un problema tú  le dijiste niño será mañana, ya es muy tarde, estoy cansado. No basta, comprarle todo lo que quiso comprarse, el auto nuevo antes de graduarse (…) No basta, con creerse un padre excelente porque eso te dice la gente(…) No basta, CUANDO LO QUE NECESITA ES AFECTO, aprender a dar valor a las cosas, porque tú, no le serás eterno(…)¨
Cuando nos referimos a aquella situación de desorden social fruto de las familias disfuncionales, cometemos el error de señalar ante ello a las familias de escasos recursos como las únicas responsables de tal problemática. Dicha percepción es errónea, pues en las familias de clase alta este fenómeno también se hace sentir. Ahí,  donde aparentemente todo es perfecto, donde supuestamente no falta nada, se presenta  el vacio más grande, el vacio emocional. Los padres se ausentan todo un día llegando del trabajo a altas horas de la noche cuando su hijo ya duerme, viéndose privados de aquellos espacios de interacción. Además, cuando se presenta la oportunidad de interactuar, la indiferencia y la falta de importancia hacia el hijo siguen latentes. Ante ello, tales vacios pretenden ser llenados con cosas materiales, las cuales NO BASTAN, PUES LO QUE NECESITAN REALMENTE ES AFECTO. Esta formación, este ejemplo de familia, se  apoderará del joven que empezará a encontrar normal el esquema en que se desarrolló su infancia en lo que respecta al trato con su padre y su madre, quedando marcada en él una huella que lo acompañara por siempre, pues aquello que se aprenda en la infancia será capaz de perdurar y seguir rigiendo el comportamiento del ser humano, siendo este el aspecto que marca la importancia y lo trascendental de todo lo que se aprenda mientras se sea un niño por parte de la ¨familia¨. 

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